Curiosas son las cosas en este mundo, en el que todos (o casi todos) tienen una historia que contar. Al principio todo era insípido y sin color. Nadie consideraba nada, nadie consideraba a nadie. Éramos simples sobrevivientes de un tiempo habitual; entrábamos, aprendíamos, a veces interactuábamos... y al final del día cada quien para cual. Eso fue en su mayoría, (no me es posible dejar de exagerar) porque en esta historia no caben los absolutos.
Después del principio, no mucho tiempo después, surgieron los buenos momentos, por accidente quizás, lo cual los hacia mas apreciados, pero aun así, carentes de sana frecuencia. Y así se dio... unos por allí... y otros por allá. Todo así se empezó a ser bueno. Las alianzas se formaron y las murallas se edificaron, como una cadena de fronteras abiertas, pero aún así, nunca dejaron de ser fronteras.
Continuara…
1 comentario:
La verdad, y solo la verdad se transmite en esta historia... espero la parte realmente interesante...
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